Bufferes ópticos dinámicos mediante resonadores acoplados.

La gran velocidad de la luz dificulta su confinamiento en zonas pequeñas. Esto dificulta la realización de una memoria óptica que pueda retener la información en forma de fotones. En este estudio, hemos desarrollado dos resonadores microópticos de silicato (= contenedores de confinamiento de luz), que pueden confinar y leer la luz mediante un diminuto elemento de vidrio. Hemos acoplado los dos resonadores. Hemos conseguido este comportamiento acoplando dos resonadores.

Otra operación necesaria para realizar la memoria óptica es la de leer la luz en un momento dado. El elemento está acoplado a una fibra óptica cónica, de modo que si el acoplamiento puede ajustarse dinámicamente, la luz puede confinarse o extraerse. Es como abrir y cerrar la tapa de un recipiente. Para lograr esta operación, el resonador C2 que se muestra en el diagrama siguiente se utiliza como puerta, y la luz puede ser confinada y leída haciendo coincidir o desplazando la longitud de onda del resonador con la de C1.

Se han realizado dispositivos similares en cristales fotónicos, pero ahora el tiempo de retención se ha ampliado a 20 nanosegundos utilizando resonadores microópticos de sílice, que tienen un alto rendimiento básico para confinar la luz.

El funcionamiento de la lectura de la luz se muestra en el siguiente gráfico. La zona mostrada en rosa es el estado en el que se enciende la luz de control, durante el cual la puerta está cerrada. El diagrama siguiente muestra que la luz puede quedar confinada durante 20 nanosegundos: en el vacío, la luz recorre unos 6 metros en 20 nanosegundos, lo que significa que puede quedar confinada en un recipiente de sólo unos 100 micrómetros.